martes, 25 de octubre de 2011

Nosotros



Lo nuestro está en lo tácito, en la sorpresa de una palabra en el momento mas inoportuno, en besos torpes que terminan por el piso sin un plan B al alcance de la mano.

Lo nuestro siempre es lo que espera del otro lado del punto y aparte, lejos de los enunciados perfectos, lejos de las voces con dobles intenciones que te sacan la ropa sin pensar en lo que se esconde bajo la piel.

Porque lo nuestro es el silencio, la poesía sin rima, el momento mas simple o mas absurdo: la plaza y el mate o el balcón de noche y la ciudad a lo lejos, la cocina y los experimentos o los colectivos sin ganas de volver.

Pero lo nuestro también es vivir en los espejismos y escapar de la certezas, porque para las certezas hace falta un plan B, enunciados con la dosis justa de doble sentido y tratar de que los besos sean después de las oraciones y no viceversa, sino las palabras se transforman en excusas y uno se queda sin respuestas.


miércoles, 5 de octubre de 2011

Espejismo



Como lo irreal de un espejismo
así se disipa este deseo  
así se me deshacen tus labios
transformándose en sequedad

te pierdo de apoco  
te dejo de sentir detrás de mis ojos cerrados
tu cuerpo se transmuta en esa alquimia inversa  
ahora del otro lado del abismo
límites que nuestros cuerpos saben imponer.

y habrá que alejarse de uno mismo en los sueños
habrá que despertar para no aferrarse a lo inexistente de cada ilusión
habrá que buscar en los rincones del silencio alguna absurda explicación  

como la desesperación de necesitar señuelos
así me aferro a tu piel esperando que te vayas  
pero el espejismo que empieza a revivir
y es normal querer equivocarse, tan normal.



sábado, 1 de octubre de 2011

Juegos




Todo sería mejor si aprendemos a correr lentamente las cortinas, a mirar con atención desde las escondidas. Todo puede ser mejor si nos hacemos los dormidos y espiamos nuestras caras que recién se despiertan y nos reímos y nos burlamos y nos escondemos sin dejar de reírnos. Todo saldrá mejor si apoyamos los cachetes en los vidrios y deformamos cada prejuicio. Todo empezará a ser mejor si miramos debajo de la cama, si lentamente dominamos el miedo y vamos alejando al monstruo que nos acecha, primero de la habitación, después del pasillo, por fin del living ––y de los buenos modales–– y por último de nuestras vidas para por fin meternos bajo la cama y ver lo que esconden los sueños. Todo cambiará (para mejor) si empezamos a querernos de golpe, a amarnos con timidez y los ojos cerrados, a sacarnos la ropa con los cachetes colorados y refugiarnos en sábanas maltratadas. Y habrá que empezar a ser mejor dando cada paso a saltitos en cada azulejo, en cada baldosa: primero con un pie, después con los dos, contando cada número desde la tierra al cielo.