martes, 2 de junio de 2009

Otra vez






Otro día se va, y yo que me voy en la otra dirección, en esa dimensión sin vectores que es el silencio; la otra poesía, la respuesta que no se percibe pero que está ahí: detrás de mis ojos.

Otra vez ignorar lo correcto, otra vez jugar al juego que sólo yo entiendo, otra vez escapar para volver. Y volver con otra expresión, como si se hubiese dejado toda mancha moral que tapa la piel, mirando a quien no

se escapó con ojos de mentira, con ojos de infidelidad. Porque los escapes son infieles, porque el silencio es infiel.

Otra vez de vuelta. Otra vez otra vez. Las mismas calles, los mismos miedos, los mismos sueños, las mismas preguntas y el mismo tiempo. Y jugar con la alquimia de poder detener el tiempo en una foto no llena este espacio; es un placer a cuenta gotas, es ilusionarse con la realidad, es parar el tiempo en un papel, es odia a ése papel por poder ser eterno, es resignarse a seguir en esta línea sin sentido que es el tiempo.

Otra vez es de noche. Otra vez vas a llamar, otra vez voy a dormir, otra vez voy a despertar, a empezar lo que no que quiero, a tratar de jugar con el tiempo, a tratar de sonreírle a una nube que pasa en el mismo cielo. Pero quizás encuentre lo que busco, ese otro poema tan perfecto, tan anhelado, tan cerca pero tan lejos de mis ojos, de mis manos, de mis sueños: las palabras que escribe el silencio.