viernes, 30 de enero de 2009

Definición de una palabra




El que mira las estrellas con un telescopio es un científico,

el que las mira con los ojos es un poeta.

El que pinta un cuadro es un artista,

el que pinta un paisaje con los ojos es un poeta.

El que saca una foto es un fotógrafo,

El que dibuja una realidad

––abstraída de la realidad––

apretando un botón

es un poeta.

El que escribe sin importar calidad e intenciones

es un escritor,

el que ve una realidad (interna o externa) y describe lo que siente

es un poeta.

El que sube a un auto, a un tren o a un colectivo

y viaja, y se queja, y suspira por el viaje

es un pasajero.

El que mira por la ventana y descubre un hermoso paisaje

a pesar de la adversidad del viaje

es un poeta.



jueves, 29 de enero de 2009

El momento y las aguas





Agua en mis pies
Agua en el cielo
Agua en mis ojos
Agua más allá.

Y es tan hermoso este proceso, donde las aguas se juntan, el cielo que se deja caer sobre el firmamento, la nube sobre el mar. Y el viento que juega con la viscosidad de las olas, ese instante de magia donde me sumerjo, donde dejo de ser pensamiento para ser instante, para ser una pequeña parte, algo efímero.
Y dejarme llevar, dejarme envolver en tu forma.

Tanta belleza e imponencia que siento que mis pensamientos están de más, un absurdo conjunto de ideas arbitrarias a lo que ven mis ojos.
Y contener estas ganas de tocar esa línea lejana que se lleva mi atención, esa línea que separa el cielo del mar, los contrastes de la locura y la corudara, el ser y esperar.

Agua que me rodea
Agua que cae del cielo
Agua en mis ideas
Agua acá.




sábado, 3 de enero de 2009

Estado de ánimo




Acabo de ver un libro. Lo agarré y lo abrí en la página donde el señalador indicaba que me había detenido por última vez. Y me detuve sin recordar por qué había decidido cerrar el libro en esa parte.

Acabo de mirar las letras de ese libro, sus formas tan extrañas, su color negro, perfecto contraste con el blanco de la hoja. Las letras no me miraban a mí. Las letras no miran.

Acabo de ver las oraciones que contaban la historia de ese libro, acabo de ver el final de todas las letras, de todos los significados; final abierto, final según cada uno.

Acabo de cerrar el libro, pero en ningún momento llegué a leerlo,

solo mirarlo, solo la distancia de mis ojos hasta ese cuadrilatero.

"Mirar" un libro y no leerlo, tan efímero como mirarte y no tocarte, como tocarte y no sentirte, como sentirte y no saber que siento, como la distancia de mis ojos; como mirar un libro y no leerlo.

Y ahora estoy escribiendo, ahora trato de encontrar una solución, pero sé que en el laberinto de mi mente no hay minotauros, solo ideas, solo sensaciones, solo momentos; solo un café con leche, solo unas enormes ganas de dormir, solo un contraste en la oscuridad; solo palabras que tratan de no existir en vano, solo...