lunes, 28 de septiembre de 2009

Acumulación




La herida fue como el fin de la inercia, fue el despertar del otro lado de la sangre, fue entender que no entendía nada, que el espejo no era reflejo si no una segunda opción.

Y despertar, la sangre derramada sobre tantas palabras, las palabras derramadas sobre tantas hojas, tantas hojas que se supieron esconder del tiempo, el tiempo que no me reconoció cuando la herida se había transformado en otro recuerdo, cuando el dolor dejaba caer una lágrima, pero no por la herida, sino por la cicatriz.



domingo, 20 de septiembre de 2009

Los dos lados del amor



Dame tus ojos para ver lo mejor de mí. Te doy mis días para que te pierdas en una nube. Dame tus pies para saber dónde estoy. Te doy mi brújula para que no vayas al norte. Dame un espacio para poder acomodar los pedazos que me sobran del tiempo. Te doy mis palabras para que no se las lleve el viento.

No me des aire, no me des esperanza, porque nunca voy a poder darte suspiros ni sueños. No me des razones para ser, no me des juguetes que se van a romper, porque las razones son monstruos que viven debajo de mi cama, y no puedo jugar con miedo.

No me des motivos porque seguro los voy a perder. No me des amor porque seguro lo voy a romper. No me des lo que yo te doy, no me des intentos que sabemos van

a terminar en un cajón, no me des historias que no voy a escribir, no me des el destino que no sé vivir.

Dame tus ojos para poderme descubrir. Te doy mi silencio para que aprendas acercarte a mí.