lunes, 28 de septiembre de 2009

Acumulación




La herida fue como el fin de la inercia, fue el despertar del otro lado de la sangre, fue entender que no entendía nada, que el espejo no era reflejo si no una segunda opción.

Y despertar, la sangre derramada sobre tantas palabras, las palabras derramadas sobre tantas hojas, tantas hojas que se supieron esconder del tiempo, el tiempo que no me reconoció cuando la herida se había transformado en otro recuerdo, cuando el dolor dejaba caer una lágrima, pero no por la herida, sino por la cicatriz.



5 comentarios:

  1. Me ha enamorado tu 'para siempre' del 31 de agosto... lo he leído varias veces, es como arroparse con la piel de un espejo.
    Amor, deseo, tiempo... componentes de la Vida que utilizas y que me obligarán a volver a leerte :)

    Un placer.

    Saludos.

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  2. Oh! pero muchas gracias...

    aunque "arroparse con la piel de un espejo" no sé quién es el poeta, eh.

    Gracias por pasar, otro placer.

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  3. Será entonces ya, un dolor hecho recuerdo. Esos que nos constituyen; ese que transformás en poesía.
    Gracias por compartirlo entonces!
    Beso!

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  4. Gracias... yo te releo! ;)

    tienes algunas fotos realmente preciosas

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Huellas