jueves, 28 de mayo de 2009

No es prosa




Forzar las letras. Agrupar las palabras que caprichosamente no quieren decir nada. Esta inspiración sin necesidad que se quiere quejar de lo que no le duele. Estas manos que dibujan manchas en un papel y no sienten.
Y me pregunto por qué debería escribir si no sé que decir, sólo someter a todas estas palabras a que hagan lo que yo no puedo ––por cobardía––, y nunca podré hacer: decirte a los ojos lo que siento.


3 comentarios:

  1. Gastón, este texto es de una ternura infinita. ¿quién no te perdonaría después de leer estas "palabras que no dicen nada"?

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  2. Quizás un día

    Aunque si pudieramos, el mundo se quedaría sin escritores

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