lunes, 22 de marzo de 2010

Que se callen las palabras




Las voy a usar hasta cuando no las necesite. Serán mis escudos, mis espadas y mis lanzas.
Pero hoy no,
que se callen las palabras.
Cuando no tenga nada que decir, cuando me encuentre en la noche de cada pensamiento, cuando lo mejor es esperar a que de un desgano se haga alquimia de mis ideales
que se callen las palabras.
Cuando el hambre de un pueblo también se sienta en una masa, cuando el terror no se anima a gritar, cuando los que defienden esas ideas de libertad y justicia ignoran el hambre y el terror, habría que decirles (ironía de la comunicación)
que se callen las palabras.
Cuando se esfuerza la verdad a decir lo que no quiere, cuando se disfraza una mentira de la mejor de las esperanzas, cuando la indiferencia no escucha los silencios y sólo acumula ruidos en un vaso rebalsado
que se callen las palabras.
Que se callen cuando te quiera amar y no sepa encontrar tu voz en el ayer.
Que se callen cuando quiera soñar todo lo que no voy a ser.
Que se callen si el silencio es mi vacío mas profundo.
Que se callen para aprender a escuchar las voces de otros mundos.
Que se calle Dios así escucha todo lo que pienso.
Que se callen los autos, los vecinos, los filántropos, los condenados.
Que se calle el cielo, el infierno, el viento y su mensaje subliminal.
Que se calle mi voz, tu voz, todas las voces que no saben esperar...
sé que algo se va a escuchar, y nadie lo podrá olvidar.


2 comentarios:

  1. Un minuto de silencio para disfrutar de tu poesía.

    Preciosa. Tiene la dosis justa de dramatismo.

    Un beso

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  2. "... Que se callen para aprender a escuchar las voces de otros mundos..."
    Creo que esa es la clave.
    El silencio es el que valida a la palabra.
    Gracias por recordárnoslo.
    Me gustó mucho! Besos!

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