a vos, por supuesto.
No me preguntes acerca del amor,
no me detengas ahora
no digas nada que no se escuche como el silencio
no quieras entender lo que yo no entiendo.
No sé del bien o el mal,
no entiendo al hombre y sus costumbres,
no entiendo de efectos y consecuencias,
de verdades y creencias.
No entiendo de fe, de razón;
desconozco porque te deseo.
Yo solo estoy en esta cama,
sin pensar,
sin buscar explicaciones
––sin respuestas, sin convicciones––.
Tu cuerpo desnudo se manifiesta perfecto.
Las abstracciones son una necesidad
para escapar de lo efímero y superfluo,
entre lo eterno y lo terrenal.
No puedo controlar mi cuerpo,
no entiendo porque tiene que existir
un esquema para vivir.
No sé si todo es real o la ilusión de una idea.
Lo único que sé, es que te provoco
una hermosa sensación cuando te toco,
y tu cuerpo, a mis deseos, se entrega.
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