viernes, 13 de noviembre de 2009

Niñez

Por mis veintiún vueltas alrededor del mismo sol



Una casa con un patio grande y muchas plantas.
Un departamento en Villa del parque donde cerca de la estación estaba una juguetería donde había un tren que yo anhelaba y que mi mama nunca me compró pensando que ya se me iba a pasar las ganas de tener aquél juguete.
Una vereda donde jugaba a la pelota y me caí muchas veces.
Una bicicleta amarilla flúor por donde sólo me permitían andar por la vereda.
Un Citroen 2 V color rojo completamente destruido pero que andaba y que nos llevaba a todos lados.
Una bicicleta negra en la que me escape en calles que creaía mías.
Una pelea de mis viejos.
Un día de lluvia que también era navidad.
Una tormenta muy fuerte que inundó las calles del barrio.
Muchos golpes por atolondrado.
Una bicicleta gris y un escape por las calles del barrio y el ausente recorrido por las veredas.
Mi abuela paterna que siempre me daba plata.
Una almeja en San Clemente que se escondió en la arena y parecía un monstruo temible.
Un cumpleaños con pocos amigos.
Una hamburguesa con papas fritas y coca cola antes de ir al cine con mi viejo.
Una banqueta de madera que la usaba de auto de carreras, y una sensación de felicidad lejana, palpable, pero lejana.
Una bicicleta verde marino (con cambios). Y un camino sin Norte.


1 comentario:

  1. Es tan hermoso volver a palpar esas sensaciones y regresar, ahí, de vez en cuando.

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